Recojo una frase de la inmortal obra de Camilo José Cela, La familia de Pascual Duarte: << Yo no soy malo, aunque no me faltarían razones para serlo>>
Creo que cualquier habitante de nuestro país, en estos momentos, puede hacer suya esta frase. A excepción, claro está, de los que no necesitan razones para serlo.
A veces esa supuesta maldad no es sino un acto de justicia.
ResponderEliminarBesos.
Una reacción ante la injusticia, nada extraña en ocasiones.
EliminarUn beso.
Dos buenas selecciones: las palabras de un asesino fabricado por la sociedad, como Pascual Duarte, y esa estupenda canción de Luis Eduardo Aute, cuando las ejecuciones eran al amanecer.
ResponderEliminarUn saludo.
¡¡Hay tantas formas de asesinar y de formar a asesinos!!
EliminarUn besote, Cayetano.
Con la reflexión que nos sugieres hoy abres un interesante debate.
ResponderEliminarTodos somos buenos hasta que dejamos de serlo.
¿ Dónde esta el limite del cabreo ? Y con ello, entro un poco en lo que sugiere Pitt.
¿ El ser humano tiene dos caras ? ¿ Caben en el al mismo tiempo lo mejor y lo peor ?
Razones sobran de verdad, pero, ¿ Qué nos hace seguir sin alterarnos ?
Besos, Detalles
El límite está cuando nos sentimos humillados y ninguneados, cuando vemos la injusticia asomar a nuestra puerta.
EliminarEl bien y el mal viven con nosotros, pero no todos sacamos lo peor ante una misma situación. ahí está la diferencia.
Creo que nos detiene el miedo a los más maduros y la apatía y comodidad a los más jóvenes. pero todo tiene un límite.
Besos, David.
Yo soy mala y ya me gustaría ejercerlo, jejeje
ResponderEliminarOs animais todos?
Genial el post, detalles.
Un largo abrazo.
Pues comenzamos cuando gustes, de los buenos se escribió poco.
EliminarGracia por pasar y por ese largooooooo abrazo.
Un besote.
Demasiados los que no necesitan razones, y poco les importa nuestro desprecio, ellos vuelan más alto, al menos lo creen.
ResponderEliminarUn abrazo,
Y lo peor de todo es que no temen a la caída, saben que no será un gran golpe, casi son inmunes.
EliminarUn besote y gracias por pasar.
Yo entro en tu casa bloguera y te robo la frase porque la podría hacer mía sin dudarlo. El problema es cuando caes en esa tentación.
ResponderEliminarY luego está que lo del mal y el bien es relativo. Si te dan razones para responder a un agravio... ¿Es malo responder? ¿Quién lo dice?
Sólo con la cuestión de diferenciar el bien del mal ya tendríamos para varios siglos de filosofía como ya ha ocurrido.
Los que no necesitan razones para ser malos en nuestro país son políticos alejados del mal que hacen por lo que lo han banalizado. Si no ven la pobreza de cerca, la sienten como un mal necesario pero casi abstracto.Están como aquel famoso nazi cuyo trabajo era enviar judíos en trenes a los campos de exterminio. Para él era un trabajo de números. Cuando no ves el resultado de lo que haces le das menos importancia. Los políticos multiplican los dramas a diario pero sólo ven recortes necesarios para salir de la crisis, un mal necesario, dicen ellos.
Besos
Responder a un agravio es casi de justicia para mi. No es lícito que quien hace daño, de forma premeditada, se salga con la suya de manera impune.
EliminarOtra cosa es hacer el mal y no reconocer siquiera que lo estás haciendo, responsabilizar a otros y a todo de lo que eres culpable tú...
La causa de nuestra situación económica, no son los recortes, son los que los ejecutan y quienes nos han estado robando y engañando durante años llevando a un país entero a esta situación.
Un beso
pues la frase me mola y la podríamos aplicar perfectamente!
ResponderEliminarun beso guapa.
A mi también, seguro que es aplicable para casi todos.
EliminarMe alegra verte por aquí, un besote.
Pues yo soy bueno -o eso dicen los medios de comunicación de mi propiedad-, y me sobran razones para serlo. Las tengo en la caja de seguridad de un banco y en paraísos fiscales. Las razones son así.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Abrazos, siempre.
Triste, pero cierto.
EliminarGracias por pasar, un besote.